de un viejo libro que dormia escondido;
"La mañana se abrió al prodigio
en las estancias del tiempo.
Sólo el aire llegando...
Sólo el aire y la densidad
de un aroma imprevisto.
Un fuerte olor a guayaba
ascendía hasta la torre,
alta como vuelo de palomas.
Más alta que el árbol
de la infancia
que enturbió los sentidos
para abrirlos al gozo.
La intensidad del perfume
enfermó de fiebre a aquel cuerpo niño.
Las flores del pecho despertaban
entre las ramas ahítas del fruto.
Esferas de oro
de carnes rosáceas
soltaron el cauce
al púber deseo
mientras la lluvia caía.
Mientras el aroma persista hoy en su asedio."
Estancias del tiempo, Aline Pettersson.
1 comment:
no se me olvida, pero dime a que hora :O !
si no, pues al cecut.
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