Recuerdo

"Te vuelves dogma de tus acciones, te encierras en una fria habitación, tomas aquellos viejos instrumentos y sientes la resonancia de cuerdas viejas. Inicias un viaje, un sueño, exhalas vapores de aromas desconocidos, te sientes en las entrañas de un abismo olvidado. No entiendes los nuevos recuerdos, te encierras en la fria habitación, es cuando conoces la acustica y sientes una seguridad que hostiga tu pensar. Estoy pero no me encuentro ahí, te encuentras pero ¿Acaso estas aquí? Mientras más avanzo empaño el desear, te alejo, me pierdo, me borro, nada soy. Exhalo vapores con notas desconocidas, he ahí cuando grito, ¿Dónde estoy?"

Una mujer de la tercera edad bebe agua, sentada junto a su amiga de toda la vida, la cual prepara un americano, media cucharada de azucar, un poco de crema, suena su cuchara y bebe. Su esofago no se quema, su mirada es ida, sostiene su taza con arrugas y asperidad. No tiene manos.

-anoche lo ví-

-¿De nuevo?-

-Fué diferente, esta vez se estrellaba en la puerta de mi casa-

-Tanto tiempo...-

-Lo sé, el eco de sus palabras sigue impregnado en mi piel-

-Cuantos años han pasado...-

-No lo suficiente, no lo suficiente...-

Toma su taza como puede y bebe un poco, viendo sus manos que gracias a los nervios se erosionaron.

-No las veas tanto, sólo te lastimas recordando-

-Pero si en el recuerdo vivo, dónde mas voy a estar-

-Aqui, en este cafe donde la gente aun respira-

- ...-

-Perdón, fué inapropiado-

-Pero es cierto...-

-Tienes derecho a seguir soñando-

-Pesadillas dirás-

-Lo que sea, es parte de ti-

Hay tantos sueños que no te encuentro, sigo manejando sigo envejeciendo y renaciendo, no te veo, siempre termina igual. Parpadeo y te escucho sobre el agua, mi piel es corroida y se quema más, dudo que me reconoscas, pero escucho tu despertar cuando mi cuerpo gira sin final. Cada vez me acerco, por eso lo repito, pero cada vez me alejo en este ciclo.

La taza cae y revienta, intenta recoger su desastre a lo que tan solo abre nuevas heridas, no le duele, el tiempo la ha endurecido, se volvió una coraza de la tragedia. Y esto no se compara con el cómo borró sus manos. Pero otro dolor es el acicate de sus lagrimas.

-No te preocupes, ahorita se encargan de eso-

Juntó sus brazos al torax y volvió un moño sus labios. Sus ojos se volvieron azules por un momento, el silencio la envolvió y petrificó al grado que sus pulmones durmieron una fracción de segundos.

-¿Estas bien?-

-Si...me ocurre desde entonces, sueño por un instante-.