del nunca despertar,
con soberbia
miras a los demas,
y el gusto que tienta
poder en rostros caidos,
de adelantar en sigilio el minutero
el minutero es lo que me han dicho,
en desvarios de locura
todos gritan y saltan,
sólo por la noche, por la madrugada,
apuntan con resortera y matan un hada,
-oh hijo de su chingada-
los arboles te pican los ojos
con ramas lavan tu mirar en espinas,
tienta la brisa pues si quieres
verla escarba un poco será lo que decidas
-que decías?-
Nada! tan solo gritaba
frases sin sentido,
entonces les encontré razón
y nos dieron un tiro.
-oh hijo de su chingada, ahora si, que decías?-
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